Con la creación, hace un año, de la Unidad de Trastorno Bipolar (UBIP) se pretende, a través de las consultas de Enfermería, valorar al paciente desde una perspectiva biopsicosocial. Estas consultas están consensuadas y en estrecha relación con el psiquiatra de referencia, ya que se realizan reuniones periódicas, una vez por semana.
Se abordan temas y se incide en cuidados específicos de forma individual, realizando un seguimiento cada dos, tres o cuatro semanas, dependiendo de las necesidades. Además, se realiza una valoración y seguimiento a través de la gestión de casos para el mantenimiento de la salud.
Durante las entrevistas, ya sean presenciales, telefónicas o en modalidad online, se tratan las necesidades del paciente, se identifican riesgos y se acuerdan objetivos que son evaluados en las siguientes sesiones.
Se valora al paciente en todos los ámbitos y se trabajan los puntos que hay que mejorar, siempre teniendo en cuenta la fase en la que se encuentra. Los más frecuentes son:
– Psicoeducación sobre la conciencia de enfermedad y las diferentes fases de su trastorno, identificando su sintomatología y enseñando a reconocer situaciones de descompensación.
– Adherencia farmacológica: se lleva a cabo una psicoeducación con el tratamiento farmacológico pautado por el psiquiatra, haciendo hincapié en la importancia de mantener dicho tratamiento, efectos secundarios y, además, realizando analíticas para comprobar función renal y niveles de fármacos.
– Nutrición e hidratación: se realiza asesoramiento nutricional, con dietas hipocalóricas para pacientes con sobrepeso, modificación de hábitos alimentarios e identificando alteraciones en el apetito. Se hace hincapié en la necesidad de tener buena hidratación.
– Actividad-ejercicio: se fomenta el ejercicio, adecuando un plan personalizado a cada paciente, y se promueve un autocuidado autónomo.
– Sueño-descanso: se realiza educación sanitaria sobre higiene del sueño y se identifica la sintomatología a partir de los cambios que tenga en el descanso.
– Rol-relaciones: se fomenta el ocio saludable, trabajando las relaciones sociales y familiares.
Estos son algunos de los patrones que se trabajan en la consulta, incidiendo en la importancia de llevar unos horarios, un orden y una planificación en su vida diaria. Es importante un Plan de Cuidados de Enfermería individualizado para mejorar la calidad de vida de los pacientes con trastorno bipolar y su entorno.
Carolina Muñoz y Laura Egido
Enfermeras de la UBIP