La cuarentena me ha hecho replantearme y valorar cosas que antes no había reparado en ellas, o simplemente no sabía valorarlas, como la libertad. Esa libertad que tienes de ver a tus amigos y de hacer planes con ellos, de poder salir a la calle, incluso de tener la libertad de ir a clase.
Esta situación me ha hecho echar de menos cosas que antes no me gustaban como los abrazos o los besos. Sentirse encerrado en un lugar en el que antes estabas cómodo o incluso preferías antes que cualquier plan que te proponían, no es algo en lo que haya reparado nunca.
También siento rabia, rabia hacia esas personas que no cumplen el quedarse en casa, es obvio que todo el mundo quiere salir, pero qué te hace a ti especial para que tú no cumplas con lo establecido, para que seas tan egoísta de pensar en ti mismo, sin pensar en los demás.
Esta cuarentena se ha hecho más llevadera con la video-llamada, tecnologías que hacen sentirse más cerca de los que están más lejos. Mi cuarentena se ha resumido en leer libros, ver series y hacer cosas de clase, puesto que los profesores mandan más cosas que cuando las clases eran presenciales.
Finalmente me he sentido perdida, ya que no sabía cuándo iba a acabar esto, cuáles iban a ser los métodos de evaluación en la universidad o cómo va a ser la vida después de que pase todo esto, que preveo que va a ser muy diferente a como la hemos conocido tiempo atrás.
Sandra Sánchez
Auxiliar de servicio