En la Unidad de Patología Dual (donde se atiende a pacientes con enfermedad mental a lo que se unen problemas de adicciones), los animadores socioculturales con el teatro no pretendemos formar actores ni actrices, sino que nuestros pacientes desempeñen y tomen conciencia de las emociones “no expresadas” y poder trabajar diferentes aspectos tales como: el movimiento del cuerpo, la creatividad, la capacidad de juego, la improvisación, la espontaneidad…etc., consiguiendo también que nuestros chicos trabajen las diferentes formas de comunicación con sus compañeros y consigo mismos, a través del arte de la dramatización.
Cuando planteamos a los pacientes la idea de realizar una obra de teatro en la que ellos son los protagonistas, tanto de la realización teatral como en el montaje de la misma: creación del decorado, atrezos y vestuarios de los personajes, etc…, es el momento donde más discrepancias surgen entre ellos y donde comienza a aflorar los miedos personales, ya que les supone exponerse al resto de pacientes de diferentes unidades y los respectivos profesionales que serán quienes disfruten del espectáculo. Sin embargo, más allá de estos “miedos”, son capaces de superar todas las adversidades que surgen, y la recompensa final, no es otra que la satisfacción personal por haber sabido trabajar sus propias dificultades, sacando cada uno lo mejor de sí mismo y consiguiendo realizar un gran trabajo de cooperación y compromiso con todos sus compañeros.
Desde el equipo de animación, intentamos que los pacientes realicen diferentes objetivos generales de manera teatral, donde encontramos: la expresión corporal, la proyección de la voz y el sonido, la respiración, relajación, escucha activa…en definitiva, ejercicios de sensopercepción. Y a su vez, trabajamos unos objetivos específicos como puede ser recuperar la espontaneidad, la desinhibición, la capacidad del juego, el fomento de la autoestima, el adquirir nuevos recursos creativos y habilidades para poder conseguir una meta, como es el conocimiento de un ocio sano y saludable.
Al trabajar en grupo, pretendemos que nuestros pacientes , logren expresar diferentes emociones, fantasías y deseos que generan complicidad, una complicidad, que desencadena una colaboración y cooperación de la que adquieren responsabilidades pero también, de la que surgen diferentes situaciones “difíciles” que entre todos deben intentar resolver en la medida que la obra va evolucionando. En el transcurso de esta “evolución”, se presentan muchos miedos tanto personales como grupales que también han de encaminarse a la resolución individualizada con cada paciente.
Una vez realizada la obra llegamos a nuestro objetivo final: ¡Poder compartir con el resto de pacientes del hospital el fruto del trabajo tanto personal como grupal que desempeñamos!
Marta Díaz. Animadora Sociocultural
Interesante intervención sería interesante poderlo efectuar colectivamente entre las parejas,al menos tratando de evitar las particularidades de cada relación para que las actuaciones no se conviertan en la cotidianidad de cada uno,si no más bien sea un espacio de autocrítica y consciencia.